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jueves, 19 de mayo de 2011

Cambio Climático ... podemos evitarlo?

¿Qué es el Cambio Climático?
El calentamiento global y el cambio climático, junto con la búsqueda de un desarrollo sostenible, son los asuntos que producen más reuniones y eventos a nivel internacional y reúne a gran número de líderes políticos. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, lo define como el cambio originado en el clima directa o indirectamente por la acción del hombre y que se suma a la variabilidad natural del clima. Tal y como se recoge en esta definición, el clima sufre una variabilidad natural, pero es mucho mas lenta y progresiva que la que está ocurriendo hoy en día.
Variabilidad natural del clima
A lo largo de sus más de 4000 millones de vida, la Tierra ha sufrido gran cantidad de cambios climáticos. Solamente en los últimos dos millones se han alternado glaciaciones y épocas de clima cálido que han afectado de forma determinante a todas las formas de  vida en la Tierra y ha supuesto grandes cambios e incluso la desaparición de ecosistemas enteros, a pesar de que la temperatura media de la Tierra solo ha variado unos cinco o seis grados entre una época climática y otra. Sin ir demasiado lejos en el tiempo, en el 11.500 BC, o hace 13.500 años que es lo mismo, se produjo un cambio climático expectacular, cuando la tierra se calento y subio el nivel del mar, provocando inundaciones, creando el mar báltico, el mar negro y eliminando a todos los animales mayores que un coyote del norte de America, todos estos sucesos no ocurrieron de golpe, pero si, en pocos cientos de año.
Gracias al estudio del clima de épocas pasadas a partir de burbujas de aire atrapadas en trozos de hielo de la Antártida y Groenlandia, a través de los anillos de árboles milenarios y fósiles y de las estalagmitas, sedimentos, etc. Se ha sabido, por ejemplo, que el desierto del Sahara tuvo una abundante vegetación y gran cantidad de cursos de agua, que entre 1550 y 1850 hubo una época especialmente fría que ha acabado llamándose Pequeña Edad de Hielo, en la que por ejemplo los canales de Holanda permanecían helados más de tres meses. 
Incluso sin necesidad de remontarse tan atrás en el tiempo, tenemos datos que demuestran la influencia de fenómenos naturales en el clima, como la erupción del volcán Pinatubo en 1991, que hizo descender varias décima de grado la temperatura de la Tierra durante algo más de dos años.
Factores que influyen en el clima. Efecto invernadero natural y mecanismos forzados de radiación
La energía que recibimos del Sol y que llega a la parte alta de la atmósfera se compone de radiación ultravioleta, luz visible y radiación infrarroja. Para cuando esta energía solar llega a la superficie de la Tierra, ya ha sido absorbida en parte por el ozono, el vapor de agua y otros componentes de la atmósfera, además de por la vegetación, de manera que la energía que realmente llega a la superficie terrestre suele ser en un 49% radiación infrarroja, en un 42% luz visible y un 9% es radiación ultravioleta.  
En definitiva, alrededor de un 30% de la energía que recibe la Tierra se refleja y devuelve al espacio, mientras que el 70% restante se absorbe, pero no de manera uniforme (es mayor en los polos, por ejemplo) sino que existen unas diferencias que producen fenómenos de convección, corrientes atmosféricas que transportan calor, evaporación, condensación… que producen el clima.  
Según la cantidad de radiación infrarroja que emite la Tierra (240 W.m2), sabemos que su temperatura debería ser de unos -18 ºC. Pero lo cierto es que la Tierra tiene una temperatura media de de 15ºC. La diferencia entre la energía a la que equivalen estos 15 ºC y la realmente emitida es la que se devuelve al espacio más lentamente porque queda atrapada por las nubes y ciertos gases atmosféricos como el dióxido de carbono, el metano y óxidos de nitrógeno, por lo que estos gases reciben el nombre de gases de efecto invernadero. Así que el efecto invernadero es un fenómeno natural y necesario, ya que es responsable de estos 33 grados de diferencia tan beneficiosos para la vida en el planeta, tal y como la conocemos hoy.
Pero las nubes tienen otro papel muy importante, ya que reflejan la luz del Sol. Así que teniendo en cuenta que se calcula que el calentamiento de la Tierra por el efecto invernadero supone unos 30 W.m2, mientras que el enfriamiento por ese reflejo de parte de la radiación es de 50 W.m2 , resulta que el efecto invernadero natural supone un enfriamiento resultante de 20 W.m2  , en contra del calentamiento global que produce el efecto invernadero producido por la acción humana.
Otros factores que influyen en el clima son los denominados mecanismos forzados de radiación, que pueden ser internos y externos. Los mecanismos externos se dan a escalas de tiempo de milenios e incluyen variaciones de la órbita terrestre, que fuerzan cambios entre condiciones glaciales e interglaciales, e incluso cambios físicos en el Sol, como las manchas solares que curren cada 11 años. Los mecanismos internos son la composición atmosférica, cuyos cambios están directamente relacionados con el clima, sobre todo en el caso de los gases de efecto invernadero, tal y como hemos comentado antes; y la actividad volcánica, ya que las emisiones de polvo y gases de las erupciones se mantienen durante varios años en la atmósfera y producen descensos en las temperaturas.
En conclusión, el clima terrestre es algo tremendamente complicado, ya que en el influyen la atmósfera, los océanos, las capas de hielo, los seres vivos y el suelo. Es decir, todos los flujos de materia y energía que se dan en nuestro planeta.


Mecanismos para minimizar el impacto económico del Protocolo de Kioto 
Muchas de las medidas a tomar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero plantean serios problemas para ciertos sectores, por lo que resulta imprescindible aplicar políticas que reduzcan el inevitable impacto económico.  
Por este motivo el Protocolo de Kioto incluye medidas como la de los sumideros de carbono, consistente en aumentar las extensiones forestales y tierras de cultivo que de forma natural absorben importantes cantidades de dióxido de carbono, aunque la dificultad radica en que no se puede cuantificar a ciencia cierta el nivel de absorción además de que no todas las especies se comportan igual en este sentido. 
También están los llamados mecanismos de flexibilidad, que tanta controversia han producido y que están formados por tres medidas: 
  • Compra-venta de emisiones.- La idea es que los países que reduzcan sus emisiones por debajo de lo que les correspondía, puedan vender esa diferencia a otros países que superan sus límites, de modo que reduce el coste económico que les ha supuesto la reducción y se compensa el nivel de emisiones a nivel internacional. El aspecto negativo es que esto podría llegar a convertirse en una forma de intercambio comercial, lo que queda lejos del propósito con el que se propuso.
  • Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que consiste en exportar proyectos de tecnología limpia a países que no han asumido ningún compromiso de reducción, de modo que los exportadores se descuentan la diferencia de emisiones que resulta del abandono de la antigua tecnología y los países menos desarrollados reciben fondos.
  • Implementación conjunta.- Es una medida parecida a la del Mecanismo de Desarrollo Limpio, pero con la diferencia de que el intercambio de tecnología se hace entre países con compromiso de emisiones
Situación de España con respecto al Protocolo de Kioto 
En España, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene del sector energético y a pesar de haber reducido el uso del carbón y aumentado el del gas natural, el compromiso adquirido en Kioto para reducir el 15% de nuestras emisiones, resulta inalcanzable.  
El Plan Nacional de Asignación presentado por nuestro gobierno, en el que se recogen cuántos derechos de emisiones y cómo se reparten entre los diferentes sectores industriales, aunque se ha invertido la tendencia de continuo aumento de las emisiones, supone un crecimiento del 31% con respecto a 1990, lo que dista bastante del 15% permitido, a pesar de que nuestro país era, junto con Irlanda, Grecia y Portugal, uno de los  tenía permitido el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.  
En conclusión, serán precisamente los sectores industriales los que tendrán que hacer un mayor esfuerzo en la reducción de emisiones, lo que además de ayudar a paliar el cambio climático, reducirá el enorme coste económico por la compra de emisiones que deberemos realizar para compensar el compromiso no alcanzado.


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